domingo, 1 de mayo de 2011

Pilas de combustible, una solución del futuro energético




Sumergidos de lleno en pleno siglo XXI, el ser humano ha creado tal dependencia a nivel energético en todos los aspectos de su vida, que nos es difícil imaginar que alguien no disponga de electricidad, calefacción, teléfono móvil o combustible para su vehículo (aunque si que es cierto, y no debemos olvidar, que un alto porcentaje de personas en el mundo no disponen de estos 'lujos' a su alcance). Dicha dependencia energética está generando un descenso cada vez más marcado de las fuentes energéticas tradicionales, así como de los recursos naturales.
Desde hace ya unos cuantos años se están desarrollando cantidad de tecnologías para poder aprovechar otros tipos de fuentes energéticas que no causen una dependencia tan exigente como las tradicionales, y que no generen a su vez tal cantidad de residuos o gases perjudiciales para el medioambiente. Estas fuentes energéticas en auge, las denominadas energías renovables o energías limpias son pues el gran reto de la sociedad mundial. El sol, el viento, la fuerza del mar, el calor de la tierra, los desechos orgánicos y otras fuentes deben ser un gran reto para conseguir que todo ser humano disponga de recursos energéticos esté donde esté.
Hasta aquí es todo muy bonito, pero todos estos recursos naturales no están disponibles el 100% del tiempo; no siempre hace sol, o no siempre sopla el viento. Tenemos pues aquí un gran escollo que salvar para que estas energías limpias sean capaces de desbancar a las energías fósiles o contaminantes.
Aquí es donde entra en juego un nuevo concepto, lo que algunos expertos han denominado como "la economía del hidrógeno", basándose en la visión futura de que el hidrógeno pueda llegar a producirse mediante recursos renovables, incluso a nivel doméstico. La utilización del hidrógeno como vector energético, es decir, como portador de energía, es posiblemente la solución para el almacenaje de las fuentes de energía limpias que antes comentábamos.
El concepto de economía de hidrógeno es muy amplio, pero quizás uno de los aspectos más interesantes que abarca es el de las pilas de combustible.
Una pila de combustible es un dispositivo electroquímico que es capaz de convertir directamente la energía química de un combustible, en nuestro caso el hidrógeno, en energía eléctrica.
Este concepto que puede sonar casi a ciencia ficción, no es algo nuevo, ya que fue allá por el 1838 cuando se realizaron los primeros experimentos de este tipo de dispositivos. Posteriormente, en 1843 Sir William Grove fuen fue el primero en construir el primer prototipo de celda de combustible, denominada "Grove Cell".
Dichos experimentos fueron ampliados en años posteriores por diversos científicos hasta llegar a lo que hoy conocemos como pila de combustible, pero sin duda, fue la NASA la que dio el empujón para el inicio de una tecnología potencialmente en desarrollo.
Básicamente una pila de combustible está formada por el apilamiento de diversas celdas de combustible compuesta por dos electrodos y un electrolito (sustancia que da lugar a la formación de iones y que permiten que la energía eléctrica pase a través de ellos).
La pila de combustible es capaz de generar corriente eléctrica de forma continuada debido a la oxidación de un combustible sin ningún proceso de combustión. Dicho combustible podría no ser hidrógeno, pero estaríamos volviendo a utilizar combustibles no renovables, lo cual no nos interesa.
Este tipo de dispositivos son de gran interés ya que proporcionan rendimientos bastante elevados al no existir pérdidas por combustión o por conversión de calor. Del mismo modo hay otro tipo de características como su funcionamiento silencioso de forma continua (mientras se suministre combustible), su capacidad de apilamiento hasta conseguir los voltajes necesarios para el uso; no producen ningún tipo de emisión ni residuo, y su duración puede ser del orden de unas 5.000 horas.
No cabe duda que es una tecnología en desarrollo y aún hay inconvenientes principalmente económicos, pero hoy en día ya existen aplicaciones en que su rentabilidad en superior a otras formas de alimentación. Ya sea en aplicaciones estacionarias, móviles o portátiles, las pilas de combustible van, sin duda, a dar mucho que hablar.

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